jueves, 10 de noviembre de 2011

frambuesa

“…son libres y por eso tiemblan”
Bernard-Marie Koltes
(“En la soledad de los campos de algodón”)

Vibran el piso y los tobillos con cada C4 que pasa por la esquina; me oscilan la mano y el dedo mayor izquierdo con un do sostenido; tiemblan la boca y los aductores de mis muslos cuando siento el viento sur en la cara.
Sacudir involuntariamente rítmico de mis párpados bajando por la Pueyrredón rápido en bici; muévense los dedos del pie con Mr.Tambourine Man de Dylan un domingo a la mañana; flamea la botamanga del pantalón naranja cuando camino o me río, y vibran todos mis flecos con el recuerdo de algunos besos y con Dvorák.
Diapasón gigante invisible que posa en mi superficie y me estremece entera, sin avisar; soy gelatina de frambuesa no queriéndolo.
Y en y por el espasmo mismo, tiemblo de miedo.
(Se perpetúa y amplifica y nunca es por frío).
Si los instantes de temblor son la guía más franca, el mismísimo tiritar de la aguja momentos antes de señalar el norte, que la palestesia me sea brújula, digo; sé que voy a temblar también antes de encontrarte.

3 comentarios:

  1. che caro decile a la gente que hoy es un dia del potus, asi saben que hoy mas que nunca temblas...
    besos

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  2. "bss?" que mierda es eso? tanta potusidad arruinada por el desparpajo y la velocidad citadina de comentar mientras se hacen 20 cosas distintas simultaneas...una palabra tan linda sepultada por una abreviatura -o lo que sea- como esa. ojito piba que no te dejo publicar mas nada aca...

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